viernes, 23 de enero de 2009

SOLOS ANTE LA CRISIS

"... en tiempos de crisis, incrementas las promociones, haces más publicidad, inviertes más en desarrollo de mercado y doblas el presupuesto de formación. Es entonces cuando obtienes resultados." Peter F. Drucker

A esto le tendríamos que sumar lo siguiente: seguro que más de una marca de tu competencia estará cerrando sus puertas, otras eliminarán “gastos” y no se publicitarán, algunas se arriesgarán y estarán agazapadas esperando a que te equivoques o entres a formar parte de los indecisos, y otras muy pocas y escasas pero EMPRENDEDORAS de verdad, verán una oportunidad única para mantenerse en el mercado con poco esfuerzo, creando MARCA, entrando en los mercados y nichos que quedan vacíos y estando al alcance de aquellos clientes y consumidores que buscan a alguien a quien confiar sus compras.

Inspirar seguridad y confianza es la única receta ante lo que se avecina, sólo los trabajadores de pro apuestan por seguir adelante a pesar de los acontecimientos y de la clase política.

El futuro sólo depende de nosotros, y nosotros somos la única solución a los problemas. Si queremos seguir generando riqueza, tenemos que hacerlo con la convicción de que sólo la inversión racional lo hará posible. Los especuladores tarde o temprano caen o se llevan las manos llenas con el dinero y las esperanzas de muchas personas. Por ello, desde el mundo empresarial hemos de convencernos de que ni unos (los políticos) ni otros (las entidades financieras) nos sacarán de la crisis, al contrario, todos ellos irán a remolque de nuestras iniciativas, viviendo a costa de nuestros esfuerzos y, lo peor, cuando esto pase, tarde o temprano, esta nueva CLASE SOCIAL se apuntará al carro del éxito.

Sigamos cada uno nuestro quehacer diario con ilusión y con creatividad, invirtamos en futuro, en confianza, en nuestra gente, en nuestros colaboradores y amigos, hagamos caso omiso a los falsos profetas y a todos los dirigentes más preocupados de sus sillas que del plato nuestro de cada día, hagamos de una vez por todas que se den cuenta de que “ellos” trabajan para nosotros, de que “ellos” son tan empleados nuestros como los que tenemos en nuestras empresas, con la salvedad de que los de casa producen riqueza, mientras que “ellos” malgastan nuestro dinero.

Luchemos por nuestros negocios, por nuestros puestos de trabajo, por nuestros sueños, porque son nuestros y de nadie más, y confiemos en aquello que podemos hacer cada día. Nos sorprenderemos de lo que somos capaces de hacer individualmente y como sociedad.

Al final la gente se encuentra con la gente, y cada empresa forma parte de un grupo importante de personas, de ilusiones y de esperanzas que trabajan para satisfacer las necesidades de otros. Esta cadena la tiene que controlar la gente de la calle, las pequeñas, medianas y grandes empresas, aquellos que han levantado la economía del Estado, aquellos que abanderan la libertad de decidir dónde y cómo quiero invertir, cómo vivir y dónde existir.

Por esto es tan importante seguir creyendo en nuestros sueños y en nuestros proyectos empresariales, por eso hemos de saber aprovechar las oportunidades que la CRISIS y la RECESIÓN van dejando en un camino estrecho y tortuoso.

Hagamos política de marca, de nuestra marca, hagamos grande nuestro proyecto e intentemos proyectar optimismo y seguridad, luchemos contra los agoreros y levantemos un muro contra los intolerantes y los derrotistas, nuestra empresa es la empresa de todos y nuestro dinero ha de servir para fortalecer nuestros negocios y crear la riqueza suficiente para poder seguir cada mañana con ilusión y perseverancia.

No caigamos en sus demagogias ni les riamos sus gracias, mientras unos gastan sin medida y derrochan sin control, otros, después de muchos años de trabajo y de lucha, se ven abocados a la miseria.

A partir de ahora el valor de nuestra marca depende más que nunca de nosotros, no permitamos que unos INDIGENTES INTELECTUALES acaben con nuestros sueños.

-- Publicado en el núm. 96 de 'Indicador de Economía', feb. 09 --

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