miércoles, 15 de abril de 2009

"OTRA VEZ LA CRISIS"

2009: Cambio de ciclo, retos y oportunidades.

Me doy cuenta de que sólo escuchando y leyendo a personas eruditas y eficaces acabas aprendiendo. Son los buenos consejos los que me han permitido llegar hasta hoy disfrutando de un puesto de trabajo y consolidando poco a poco mis conocimientos.

Nunca he creído ser el mejor en nada, pero sí debo reconocer que he sabido aprovechar los conocimientos y las experiencias de otros para poner en práctica mis ideas. La retroalimentación de ideas nos permite a nosotros, los profesionales, mejorar conceptos, actualizar conocimientos y, algo muy importante, ponerlos a disposición de aquellos que en su día a día, por falta de tiempo, no pueden conocer en profundidad detalles o experiencias profesionales de otros en campos o materias ajenos a los propios. 

Retomando el hilo iniciado al principio, hoy he leído un e-mail y me ha surgido la necesidad de escribir y anotar unos apuntes interesantes para este artículo. El e-mail en cuestión trata de Emprendedores. Cierto es que cada día se escribe más y más sobre este tema: teorías, éxitos, fracasos, qué hacer y qué no… un sinfín de referencias, de hecho si uno busca por Internet se puede pasar días leyendo de todo y acabar mareado con tanta documentación.

En estos momentos, como en otros, cuando alguien decide estar en el mercado de la empresa debe de tener claras una serie de circunstancias. Doy por sentado que el 99 % de los que deciden dar el paso así lo hace; a unos les ha ido mejor y a otros peor, unos han alcanzado el éxito gracias a la constancia y al buen hacer y otros sencillamente han sabido estar en el momento y en el lugar oportunos. Pero yo quiero hablarles de aquellos de quienes casi nadie habla y cuyos resultados son evidentes, aun en épocas de crisis como la de ahora.

He conocido a pocos personalmente, y todos tienen una cosa en común, una mentalidad innovadora y creativa, con razonamientos tan sencillos que a menudo los demás se dicen “bueno, esto ya lo sé yo”, y resulta que no, no hay tantos que tengan mentalidad de Emprendedor, ni mucho menos.

Tener mentalidad de Emprendedor significa estar en el mercado para dar sólo lo mejor de ti mismo y lo mejor de tu equipo para competir en la Champion League del mercado. Si no es así, mejor que no estemos.

Los pocos Emprendedores que he conocido y con los que he tenido oportunidad de trabajar, eran y son personas con capacidad de liderazgo, con iniciativas que han soportado los malos momentos. Allí donde los demás se paran, ellos se esfuerzan por dar un paso más, con una mentalidad combativa y predispuesta a afrontar los tiempos que nos toque soportar.

En una ponencia que di hace unos meses dejé claro que el mercado desconfía de los que muestran miedo, pero a ello tendríamos que sumarle que nadie compra a los mediocres, nadie confía en los que no se esfuerzan en poner en el mercado algo distinto, los que siempre ofrecen lo mismo y no se esfuerzan por presentar algo que les permita llegar más lejos. O en esencia, proteger y promocionar la marca de su empresa.

Esperar que escampe sin tomar iniciativas, cruzar los dedos para que la economía vaya mejor y pensar que la culpa es de los demás no va a solucionar nuestro futuro.

Los que han alcanzado el éxito, los que sobreviven a esta crisis, los que estarán en primera línea de salida cuando esto mejore, serán los que no se hayan conformado con hacer lo mismo que los demás ni se hayan limitado a dar discursos fáciles con la cantinela de que todo va mal. Los Emprendedores, los que invierten en su marca, dan el 100 % de su capacidad empresarial, luego le suman un 10 % adicional, y se van a dormir pensando en cómo poner otro 100% de imaginación y deseos de salir adelante.

Los que realmente aguantan el tipo ‘a pesar de’ son aquellos que se rodean de personas eficaces, con talento, con ideas, de profesionales expertos en la materia que les compete, y en muchos casos externalizan y confiando su empresa y su marca a técnicos externos con capacidad profesional e intelectual para solucionar de manera más eficaz y rentable los problemas que se presentan. Este esquema de trabajo permite al empresario transformar el coste fijo en variable, obteniendo a cambio la posibilidad de contar con una infraestructura profesional y personal más grande de la que podría soportar internamente y con la ventaja de la disponibilidad, la cuenta de resultados y de producción. Todos sabemos lo costoso que es mantener un determinado número de puestos de trabajos, obtener el rendimiento deseado y la fidelidad dentro de la empresa. Por tanto son muchos los enemigos y los problemas con que se enfrenta el emprendedor en este cambio de ciclo.

Por ello me permito la licencia de aconsejar o recomendar algunas cuestiones:

- Si no tenemos nada que ofrecer a nuestra marca, mejor no hagamos nada, ni digamos nada, evitemos ser mediocres, especialmente con nuestra imagen.

- Si una idea es mediocre, no invirtamos en ella, es mejor no hacer nada, uno se ahorra dinero y no perjudicará su imagen.

- Si uno está rodeado de mediocres, debe cambiar la mentalidad de su entorno, buscar la perfección y la lealtad de sus colaboradores y ponerse en marcha. En síntesis, “caminar recto hacia el futuro”.

- Sea el líder, con mentalidad de líder, esta es una forma de pensar muy poderosa. No lo olvide, demuestre su capacidad de liderazgo.

- Hágase a la idea de que estará expuesto a críticas y envidias porque, por defecto, lo bueno es enemigo de lo mejor. El momento dulce tarda en llegar, a veces demasiado, pero es peor estar en el lado de los ‘uno más’. Su destino como Emprendedor depende exclusivamente de usted, su marca depende de usted, el resto de alguna manera está más preocupado en cómo no invertir dinero y, lo que es peor, sin mentalidad de ser el mejor. Aproveche la oportunidad que le brinda el ‘mal de muchos’.

Admiro a estos pequeños empresarios, Emprendedores anónimos que no salen en los medios de comunicación, pero que dan el 100x100 de su talento y se arriesgan a pesar de los contratiempos y los obstáculos que nos ponen aquellos que tendrían que facilitar la generación de puestos de trabajo y cimentar nuestra labor empresarial.

A pesar de ellos, los Emprendedores seguirán dando la talla y estarán en condiciones de extender su razón, que no es otra que la del trabajo bien hecho.

En este cambio de ciclo estamos hablando de otra mentalidad, más creatividad y mayor eficacia.

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